Personas con parálisis cerebral y con grandes necesidades de apoyo y profesionales de entidades ASPACE han debatido este miércoles sobre diferentes mecanismos de participación que pueden flexibilizar a las entidades y que ya se están llevando a cabo en el movimiento ASPACE para promover la vida independiente.
Lo han hecho en una jornada celebrada de manera online en el marco del Proyecto Rumbo, una iniciativa colaborativa que tiene como objetivo impulsar modelos innovadores de apoyo a la autonomía personal y la vida independiente de personas con discapacidad, especialmente aquellas con mayores necesidades de apoyos.
Bajo el título ‘Las entidades como motor para la vida independiente y la participación de las personas con parálisis cerebral y con grandes necesidades de apoyo’ y dinamizada por personas con parálisis cerebral de las Federaciones ASPACE integrantes dentro del Proyecto Rumbo, se han hablado de diferentes mecanismos de participación que ya se están utilizando en las entidades ASPACE. Son herramientas que permiten a las personas con parálisis cerebral y con grandes necesidades de apoyo involucrarse en la toma de decisiones con el objetivo de garantizar sus intereses y necesidades.
El objetivo ha sido llevar a debate los distintos modelos de participación para las personas con grandes necesidades de apoyo y cómo hacerlos realidad en las entidades ASPACE. Así, se ha puesto de manifiesto la importancia de que sean ellas las que tomen decisiones en algunas cuestiones relacionadas con la propia entidad o que se impulse su participación en los órganos de gobierno y juntas directivas.
Mesas de debate
La jornada ha contado con varias mesas de debate, cada una con participantes de Federaciones ASPACE que forman parte del Proyecto Rumbo como son Federación ASPACE Andalucía; Federación ASPACE Galicia; Federación ASPACE Aragón; y Federación ASPACE Castilla y León.
Durante el debate, se han puesto de manifiesto las acciones que ya se realizan en las entidades como comités y asambleas donde se hablan de sus intereses o problemas; (Por ejemplo, comisiones de menús, en los que las personas con parálisis cerebral opinan y deciden sobre los menús de los centros); la Red de Ciudadanía Activa como órgano activo de participación; o el ocio, donde son ellas mismas las que deciden, eligen, organizan y coordinan las actividades que realizan. Por ejemplo, Jose, que vive en ASPACE Zaragoza, ha declarado que, para tomar decisiones de sus actividades de la vida diaria, en el centro existen ciertas horas libres para que sean ellas quienes decidan qué les apetece hacer en ese tiempo.
Alba, de UPACE San Fernando, también ha explicado que en lo relacionado con el ocio “las personas somos las que decidimos, buscamos, elegimos, organizamos y coordinamos las actividades que realizamos (llamadas, reservas, compra de entradas…)”.
Por su parte, Milagros, de ASPACE Sevilla ha comentado que en su entidad tienen una comisión de autodefensa, donde se reúnen una vez a la semana, reparten los temas que les interesan, tienen un representante de cada temática módulo y toman decisiones de cuestiones relacionadas con el centro o aspectos relacionados con su vida o sus familias.
Además, ha resaltado que tienen un grupo de implementación de enfoque social de derechos. “Una de las cosas que estamos trabajando es que las personas podamos participar en la acogida de los nuevos trabajadores, entregando los documentos, haciendo la visita al centro, contando lo que hacemos”, ha afirmado. En relación con esto, desde ASPACE Coruña Eliseo ha explicado que “cuando viene un trabajador nuevo a la entidad le damos la bienvenida y en entregamos el decálogo de cómo queremos que nos trate”.
Por su parte, Rocío, de ASPACE Valladolid, se ha centrado en la toma de decisiones y ha explicado a las personas participantes que tiene que decidir sobre todo lo que sea posible, desde quien queremos que nos de los apoyos e incluso con quien compartir actividades, con quien dormir o con quien compartir espacios.
Este enfoque colaborativo fomenta un sentido de pertenencia y empoderamiento y también busca transformar las estructuras de las entidades para adaptarse mejor a las necesidades e intereses de las personas a las que atienden, marcando un paso importante hacia una vida independiente, más autónoma y participativa.